martes, 20 de julio de 2010

Con el verso.







Infinita, la puedo hacer con el verso
a tu sonrisa, declarándola horizonte donde
nuestras perfecciones se aúnan y serpean,
rizando el cielo con miel, de pura esencia.
Eterna, la puedo hacer con el verso
a tu lágrima, declarándola insaciable espiral de lava
que por transfusión se evapora y acuna
a la nuestra, impávida, alabada, absorta, locura.
Perpetua, la puedo hacer con el verso
a tu mirada, declarándola como nieve que brota
en la alta montaña y sucumbe entre las nubes de tu iris, azuladas.
Nieve que se desgarra y colma
para satisfacer a tu pupila de azabache, a tu negra pupila.


2 comentarios:

  1. Un poema con unos versos inolvidables, que se quedan atrapados en unas pupilas negras.
    Saludos

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  2. muchisimas gracias...avariciosas que son las pupilas :)
    xaoo, gracias

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